El mantenimiento en la práctica


Para que el mantenimiento del acuario, que no nos dé tanto trabajo y sobre todo para preservar la salud de nuestros peces (ver ¡Me da mucho trabajo!) puede variar dependiendo del tipo de acuario, pero en general el procedimiento es bastante fácil siguiendo estos simples pasos.

Antes que nada, es muy importante desconectar todos los aparatos del acuario conectados a la red eléctrica para evitar cualquier peligro de electrocución
Ahora sí, manos a la obra!

Limpiar los vidrios 1
Con cuidado y con movimientos suaves para no asustar a los peces, introducir la mano en el acuario para limpiar los vidrios del lado interno con una esponja de cocina o similar. Es importante que la esponja nunca haya sido utilizada antes para otro fin. En todos los casos es muy recomendable comprar elementos nuevos para su utilización en el acuario, y no usarlos para otras cosas. Verificar que la esponja no desprenda hilos o fragmentos, y que no sea tóxica. En las casas de acuario se pueden encontrar también simples aparatos que ayudan con esta limpieza, como los rascadores de vidrio.

Cuando se forman algas punto (algas verdes) en los vidrios la cosa se complica un poco. Yo las quito con la hoja de un cutter o trincheta bien afilada (seguro que el rascador de vidrios es mejor!), poniéndola de plano y muy despacio para no rayar el cristal. Mucho cuidado de no lastimarse uno ni a ningún pez con el filo de estas hojas!
Existen unos imanes que tienen velcro del lado interno para “rascar” y quitar la suciedad sin rayar el vidrio, pero cuando las algas están muy agarradas suelen ser casi inútiles.

El imán limpiador de vidrios en acción.
Funciona bien cuando se lo pasa con mucha frecuencia.

La formación de algas puede deberse a diversos motivos, como la cantidad y tipo de iluminación, la forma en que se alimenta a los peces y otras causas, pero ninguna la trataremos en este artículo. Los productos anti-algas pueden ayudar en un principio, pero no los creo aconsejables porque eliminan el problema al corto plazo, pero no lo solucionan definitivamente. De todos modos, la limpieza mecánica termina siendo sin dudas la más rápida y efectiva. Y si aparecen algas de manera demasiado abundante, habrá que evaluar la causa y buscar la solución específica para el caso.

 Rascando el vidrio desde adentro con una hoja de trincheta.
Se pueden apreciar las algas punto en contraste con la mano.
Hay que ser cuidadoso poruqe estas hojan son muy filosas y puede uno cortarse.


Podar las plantas
En los acuarios con plantas naturales, si estas crecen mucho dejan poco lugar a los peces, por lo que puede ser necesario ir podándolas. También para mantener la armonía del jardín subacuático (cosa que debería hacer en este tanque de 120 lts.)

Parece que es hora de realizar una poda. 
¡Los peces casi no pueden nadar!

Realizar el sifonado
El sifonado es un proceso por el cual se aspiran desechos del fondo, limpiando la grava. Existen en los comercios aparatos para este fin, pero uno mismo puede construirse uno con muy poco dinero y en poco tiempo.

Este procedimiento extrae agua del acuario, por lo que se debe tener cuidado de no vaciar la pecera en más de un 30% del volumen total del agua. Esto tiene que ver con el cambio de agua periódico, que debe ser entre un 10% y un 30%, normalmente cada semana. Con la práctica se aprende a realizar el sifonado bastante rápido y eficientemente. Si no logramos pasar el sifón por todo el fondo antes de que el volumen de agua baje un 30%, es conveniente suspender la tarea y dejar lo que falte para la semana siguiente.
Este video muestra cómo utilizar el aparato para realizar el sifonado.


En la nota "Sifón para grava súper economico" se explica cómo hacer un sifón para grava de emergencia, muy económico, si es que no tenemos uno de estos comerciales.


Limpiar filtros
Si el acuario cuenta con algún filtro interno, es momento de limpiarlo quitando la esponja o el material filtrante y limpiarlos. En algunos filtros el material filtrante debe cambiarse periódicamente, pero en general tienen una esponja que debe limpiarse con agua limpia, preferiblemente con un poco de la misma agua sacada del acuario, ya que muchas veces ahí también se alojan bacterias benéficas.

Reponer el agua
Una vez que bajó el nivel de agua debido al sifonado o simplemente porque se sacó para su recambio, se puede aprovechar para limpiar y/o acomodar adornos, pare luego reponer el agua extraída.

Si se utiliza agua del grifo se debe tener cuidado con el cloro en el agua, el que hay que quitarle antes de introducirla en la pecera para evitar una intoxicación por cloro en los peces.

Hay varias formas de quitar el cloro: con algún producto químico anticloro, que se encuentran en los comercios de acuarismo, o bien dejando reposar 24hs el agua antes de la reposición, en un recipiente con boca lo suficientemente ancha y abierta para que el cloro evapore (puede ser otra pecera que se utilice solo para eso, ¡sin peces!). Agregar movimiento y oxigeno mediante un aireador o bomba de aire acelera el proceso.

Si bien el exceso de cloro podría intoxicar a los peces, no hay que asustarse por dosis muy pequeñitas. En mi casa tengo agua de red, la que al entrar al predio sube a un tanque elevado. He medido la concentración de cloro tomada desde un grifo del jardín, que viene directo de la red de agua potable y luego desde el grifo de la cocina, es decir de agua que pasó por el tanque. Lo interesante es que si bien el agua de red tiene una cantidad considerable de cloro que podría enfermar a los peces, la que viene del tanque elevado trae concentraciones muy pequeñas debido a que al estar almacenada en el tanque, el cloro se va evaporando con el tiempo. Es así que cuando repongo agua por evaporación, o cuando realizo cambios parciales de un 10% ó un 15% del agua, repongo directamente desde el grifo, sin agregar ningún producto anticloro. Es más, me da que pensar que esa pequeña cantidad de cloro agregada debe ser un buen antiséptico y hasta puede ser beneficioso (de nuevo, en cantidades ínfimas). De todas maneras hay que tener mucho cuidado y conviene medir la concentración de cloro antes de introducir el agua sin tratamiento. En las tiendas de acuarismo venden un test de cloro y conviene tener a mano, al igual que un frasquito de anticloro por si es necesario reponer una cantidad de agua mayor a la normal. Ambos productos son muy económicos, por lo que no se justifica no tenerlos, por si acaso.

Si en cambio el agua proviene de una perforación (pozo) seguramente no contendrá cloro, pero se debe tener la precaución de no producir un cambio brusco de temperatura si el agua está muy fría. En todo caso, siempre es conveniente ir agregando el agua despacio y gradualmente para evitar esto y crear turbulencias que remuevan el fondo ensuciando toda el agua. Obviamente esto también vale para el agua del grifo.

Limpiar los vidrios 2
Por último, limpiar los vidrios de la pecera desde el exterior. Yo lo hago usando la misma esponjita que utilicé para el interior y quedó humedecida, y luego seco con un papel o paño limpio. Nunca deben utilizarse productos químicos, ni siquiera en el exterior, ya que podría “escaparse” algo para adentro, contaminar el agua y enfermar a los peces.
Normalmente, ya que la limpieza de vidrios se hace una vez por semana, están casi siempre limpios, por lo que esta tarea casi no lleva trabajo.

No mucho más. Cuando uno se acostumbra, no es una tarea pesada y se hace rápido y bien. Es un buen momento para pensar sobre las cosas de la semana y distraerse pensando en esas la vidas que están a nuestro cargo y nos alegran el día. Terapia que recomiendo.

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